Vuelve 'Aída'


Pero no Aída Nízar, no... (esa más que volver parece que nunca acabe de irse) sino Aída, la serie, el spin-off de Siete vidas, la mejor comedia hecha en España junto con La que se avecina. Tras varios meses huérfanos de lo que acontece en Esperanza Sur (que bien podría ser el barrio en el que nací yo, donde somos también así como asilvestrados y primarios), Telecinco anunció ayer por sorpresa que estrenará la nueva temporada el domingo por la noche.

Y es que ya sabemos la poca afición que tiene Telecinco a emitir las cosas siguiendo un patrón temporal definido, con lo que con ellos tenemos que andar siempre un poco a salto de mata y atentos a lo que digan en sus promos (ahora que pienso, Antena 3 también tiene afición por hacer esto… ¿o cuánto tiempo llevamos, si no, esperando a Curso del 73?).

Con papel de fumar



A este país a veces no hay quien lo entienda, de verdad os lo digo. Encendía yo mi móvil esta mañana y, de camino al trabajo, echaba una ojeada a mi timeline de Twitter. Veía referencias a El hormiguero, a Dani Martín y a no sé qué de una cabeza y, la verdad, entre que estaba falto de café y que iba por la calle no le he dado más importancia.

Luego, ya en la oficina, he visto que el temita de marras había sido TT mundial (qué obsesivos somos en España, que podemos colocar cualquier majarada como trending topic around the world) y que Internet se había vuelto loca del coño anoche mientras yo estaba en casa tan ricamente. Por si alguien no lo vio (como yo), resulta que anoche en El hormiguero pusieron a Dani Martín a probar una guillotina, con la ‘mala suerte’ de que algo salió mal (ehem) y Pablo Motos tuvo que despedir el programa echando leches.

Homenajear a Belén Esteban


A veces pasan cosas que, de puro surrealistas, acaban pareciéndonos hasta normales cuando ni por asomo deberían serlo. Me explico. Resulta que hoy estaba yo en un workshop así muy chachi de mis movidas hoteleras cuando leo un tuit de FormulaTV en el que anuncian que a Belén Esteban le van a hacer un homenaje en pueblo de Córdoba.

No sé qué habrá pensado la persona sentada a mi lado al respecto de lo que veo o dejo de ver en mi netbook, pero lo cierto es que, tras la sorpresa inicial y la indignación posterior, me he puesto a ver a santo de qué se homenajea a esta señora. Y resulta que es por sus diez años de trayectoria televisiva. Flipas.

Quien ha tenido la gran idea de hacer esto es el pueblo de Lucena, que ha decidido habilitar para el próximo sábado 5 de noviembre la sala local Palko con el fin de allí se den cita seguidores, fanes, gente aburrida que tampoco tiene nada más que hacer y la propia Belén Esteban, esa gran comunicadora que lleva diez años en la tele dando el callo y haciendo de este país un mundo mejor (espacio para risotadas).

Casquería y vísceras baratas, oiga


Sin ser un catedrático en periodismo ni vidente a lo Esperanza Gracia puedo deciros qué grandes bloques van a centrar los informativos de esta noche: el cese de actividad terrorista de ETA, las eternas elecciones generales del 20N (digo eternas porque parece que llevemos año y medio en campaña, coño, qué hastío), un poco de lluvias y de ‘oh qué bien que ya está aquí el otoño’… y los dos sucesos que más lo petan ahora: el caso de Marta del Castillo y el de los niños de Córdoba.

Y es que en este país nos gusta más la crónica negra que a un tonto una pipa, y para muestra Ana Rosa: su programa se divide en un bloque ligerito de actualidad política, un mastodonte de crónica negra con el enfermizo Nacho Abad al frente (soy incapaz de imaginarme a ese cetrino señor haciendo algo que no tenga que ver con crímenes) y el bloque de corazoneo/realities.

Intereconomía y sus individuos


Hay un tema del que no he hablado desde que nació este blog (y me remonto al 2006 con Castigados sin tele y esa URL mastodóntica para la que se necesitaban tres neuronas exclusivamente dedicadas a recordarla). ¿OT 2011? No. Intereconomía.

¿Y por qué coño decide este ponerse a hablar de Intereconomía un viernes por la tarde con la que está cayendo? Pues porque hoy, en la hora de comer, en casa hemos puesto el Telediario de Intereconomía. Así, a lo loco.

Y no porque quiera suicidarme con un tortellini atragantado que me prive de respirar o porque la caspa que destila la cadena me sepulte y no pueda moverme hasta morir, sino porque me divierte muchísimo cómo esta gente viven en su mundo paralelo en el que todo va en contra de ellos.


Los dramas de Sonia Monroy


#metiroalsuelocomosonia. Ese es sólo uno de los grandes hashtags surgidos de Supervivientes, casi tan épico como aquel #sufrocomogeno que tan sublimes momentos nos dejó en OT 2011 (el día que no mencione a OT 2011 en un post de Teuvemix vendrá el presidente de la Generaliat a hacerme entrega de la Creu de Sant Jordi o algo así). Pero, ah, se ve que Sonia sí que sufre.

La intérprete de Salvaje ha tenido que ser intervenida de urgencia. Y por intervenida no digo que le hayan metido mano –con perdón- a sus finanzas como si de una caja de ahorros se tratase, sino que ha pasado por el quirófano. Esto no sería una noticia demasiado relevante si tenemos en cuenta que lleva más plástico encima que el embalaje de una impresora, pero es que se ve que en este caso la operación ha sido provocada por las duras condiciones físicas a las que se someten los concursantes de Supervivientes.

Ya toca hablar de Eurovisión, ¿no?



Antes que nada, siento no haber publicado ayer. Como bien dijo mi vecina la Paqui, llegué a mi sacrosanta madriguera (también llamada ‘casa’) con un dolor de cabeza de esos que sientes que en cualquier momento te va a reventar la sien dejando perdida la pared de masa encefálica y demás movidas que tenemos en la cabeza. Y la verdad, ponerme a escribir un post jocoso me apetecía lo mismo que mandar un SMS a Intereconomía poniendo que la barba de Rajoy es erótica (es decir, nada).

Pero como los compuestos farmacéuticos hacen milagros y yo soy así como muy echao p’alante, pues ya me encuentro mejor y bastante capaz de volver a ser chispeante. Y qué mejor que ponerse a hablar de Eurovisión para celebrarlo, ¿no? Dada mi ausencia de estos últimos meses, no comenté nada del festival de este año, a pesar del despropósito en el que se convirtió Que me quiten lo bailao.

Mensaje del Lunny

Queridos amiguitos,

el Lunny hoy no publicará su post diario porque tiene un dolor de cabeza que le revientan los ojos (os lo digo yo, que soy la vecina de enfrente y traía una cara poemática cuando me lo he cruzado en el descansillo).

Que dice que mañana habrá post, que os compensará, que lo siente.

Hala pues,

Paqui, la vecina.

¿Se hunde ‘Pekín Express’?


Poco más de un 7%. Y bajando. Parece ser que la nueva edición de Pekín Express no está funcionando tanto como se esperaba, al menos en sus primeras entregas. Y me duele decirlo (porque el programa me gusta, no por nada más, tampoco os vayáis a creer ahora que tengo acciones en Globomedia) pero esta edición está siendo… flojilla.

¿Pero cuáles son los motivos de esta paulatina pérdida de interés?
  1. La competencia. El domingo es un día jodido, y más si hay estrenos de cine potentes como suele haberlos en La 1 y Antena 3. Además resulta que Tú sí que vales está gustando (todavía) y consigue casi sin despeinarse superar el 16% de share. ¿Resultado? Que Pekín Express se hunde y lo acabamos viendo los frikis del programa.

Diez años de un sueño


Hoy hace justo diez años que había dieciséis chavales de toda España que estaban en un sinvivir. Habían sido elegidos en un multitudinario casting para participar en un concurso musical que empezaría a emitirse el 22 de octubre de 2001 en La Primera, donde además tendrían que convivir en una academia en la que les darían clases, y que llevaría por nombre Operación Triunfo. No sabían dónde se metían.

Hace diez años que David Bisbal, Rosa López, David Bustamante, Chenoa o Manu Tenorio eran, en el mejor de los casos, cantantes amateur que se ganaban unas perrillas cantando en orquestas, en casinos, en bares o, directamente, donde les dejaban. Mientras tanto, en Barcelona, se construía una academia-plató, se planificaba el concurso, se decidía qué cantarían… y se cruzaban los dedos deseando que Operación Triunfo, esa idea que tuvo Joan Ramon Mainat, funcionase.

Y joder si lo hizo.

Así vio el Lunny 'Gran Hotel'


Quizá porque ahora trabajo en esto de los hoteles tenía un interés cero en ponerme a ver Gran Hotel. Esto es así. Me daba un palo tremendo ponerme a escuchar hablar de reservas, precios, tarifas y movidas varias después de salir de la oficina ya que yo, iluso de mí, pensé que se trataba de una serie ambientada en la actualidad y con el sector hotelero como uno de sus protagonistas.

Y qué equivocado que estaba, chavales, ya que lo hotelero es en Gran Hotel tan anecdótico que podrían haber ambientado la serie en unos viñedos, en una ganadería jerezana, en una conservera pontevedresa o en una charcutería de Colmenar Viejo. Básicamente, lo que es Gran Hotel es una serie melodramática de toda la vida, al estilo de Herederos o Gran Reserva, pero que da la casualidad que está ambientada hace un par de siglos en el tremendo palacio de la Magdalena de Santander.


Programas que echo (mucho) de menos


Estaba yo hoy cagándome en todo lo cagable por motivos que ahora tampoco vienen al caso cuando dos palabras han aparecido por mi mente como setas otoñales en una mañana de noviembre (y olé): Mujeres ricas. Y no porque desee la riqueza absolutamente insultante de señoras como Mar Segura (¿os acordáis?), sino porque mi cerebro ya tiene estas cosas y a veces me salta el CD y paso de pensar en una cosa a pensar en otra.

Sea como fuere, al acordarme de Mar Segura, Mariana Nannis, Olivia Valère y el resto del rebaño caí en la cantidad de programas que no sólo me gustaban sino que incluso me fascinaban y que cayeron en el saco de programas olvidados en los que nunca nadie volvió a pensar jamás.

Pekín Express: se masca la tragedia


Antes que nada, perdonad la ausencia de post el viernes. Como os conté en algún que otro tuit de estos que me salen de vez en cuando, hubo reformas en la oficina y mi ordenador estuvo empaquetado desde las 9.30 de la mañana, momento a partir del cual me puse a transportar cajas, desmontar archivos, destruir documentos y desclasificar mierda varia junto a mis compañeros.

Hoy, ya con mobiliario nuevo y mi ordenador operativo (todo lo operativo que me permite el Oompa-loompa que pedalea dentro) vuelvo a la normalidad comentando la etapa de anoche de Pekín Express. Una etapa en la que, si bien tampoco pasó nada especialmente relevante, se adivinaron varios dramas que creo que acontecerán en las próximas etapas.

Históricos de ‘Aquí no hay quien viva’ podrían incorporarse a ‘La que se avecina’


Volvía yo a la oficina tras comer en mi casa y pelearme con los carpinteros que me están haciendo las puertas aunque, por el que tiempo que llevan haciéndomelas parece que estén tallando un retablo neobizantino para la basílica de la Sagrada Familia, cuando entro en Twitter y veo un tuit de Vertele que me alegra la tarde: personajes míticos de Aquí no hay quien viva o La que se avecina podrían volver a la serie en su nueva temporada.

Y en mi mente apareció una palabra: Paloma. Bueno, más que una palabra, dos: Paloma y Estela. Y no cabía en mí mismo de gozo ante la posibilidad de que la nueva temporada de la mejor serie que emite Telecinco (con permiso de Aída) cuente con Loles León y Antonia San Juan con sus dos personajes tan maravillosos: Paloma y Estela Reynolds.

Los titulares de Vasile


Si por algo se caracteriza el señor Vasile (además de por inspirar menos confianza que un ministro de Trabajo), es por dar unos titulares que son el sueño de todo periodista. En una rueda de prensa, él sabe qué quiere oír la gente y se despacha a gusto con sentencias lapidarias, números exorbitantes, deducciones peregrinas e incluso acusaciones furibundas.

Hoy ha habido otra rueda de prensa del mandamás de Telecinco para exponer el balance editorial de la compañía, lo que viene significando darse palmaditas en la espalda o, si lo preferís más grosero, felarse los unos a los otros a modo de recreación por los resultados conseguidos. Vasile, el amigo de los niños, ha soltado, entre otras, las siguientes perlas:

1. "Piratas fue mal, no hay duda. Operación Triunfo es un fracaso, es cierto, pero esta vida está llena de muertos y heridos. Cada directivo de televisión tenemos al lado del despacho un cementerio lleno de programas". Esta, para mí, es la más gorda. Califica a OT de fracaso (creo que es la primera vez que se dice públicamente por parte de uno de sus responsables) y pone a caldo a Piratas, no sin después de añadir que ambos se encuentran en un cementerio de programas. ¿Todos? ¡No!

2. "Operación Triunfo no va a reaparecer porque se le ha hecho tanto daño que tiene que estar en la UVI mucho tiempo”. Vamos, que no va a haber OT 2012 y, si me apuras, tampoco habrá OT 2013. El descalabro de uno de nuestros programas favoritos (mío y de vosotros, claro) ha sido tan hardcore que el formato estrella de Gestmusic tardará en volver a ver la luz de los focos de los platós, a menos que Vasile lo remedie.

3. "No tenemos dinero para pagar a Pablo Motos, como para fichar a Jennifer López". Adiós pues al rumor de que Vasile quería a toda costa a J.Lo en The Voice, cuyo caché está establecido en los tres milloncejos de dólares por gala. Añadió además que tanto Pablo Motos como Karlos Arguiñano cobran ahora el doble en Antena 3, y respecto a lo del presentador de El hormiguero comentó lo siguiente:

4. "De la gente que se ha ido, ha sido el que más me ha dolido, porque es inteligente, moderno, también caro… Me hubiera gustado que siguiera con nosotros, no lo escondo, lo he dicho muchas veces y ya le intenté fichar cuando Cuatro pertenecía a Prisa", recordó Vasile al respecto de Pablo Motos.

5. “Gran Hermano volverá, aunque no hay fecha exacta: puede ser enero, febrero…” o lo que tarde en terminar Acorralados, añado yo. Paolo Vasile aseguró que Gran Hermano 13 se hará (más les vale, si no entro yo en Telecinco con una katana y se lía la de Dios es Cristo) pero que todavía no tienen fecha de estreno programada, igual que con The Voice.

6. "Tenemos listo el producto y la parrilla. Solo queda concretar la fecha en la que arrancará. Tenemos hasta dos nombres posibles". ¿Para qué? Pues para un nuevo canal orientado al público masculino. Y yo, sin saber nada de él, ya auguro que tendrá deportes de tercera clase, serie de darse de hostias baratillas tipo Alerta Cobra cuyos derechos tenga ya Cuatro… y cosas por el estilo.

Vasile añadió, además, que con Isabel Pantoja tienen “muy buena relación” (será desde antes de ayer) y concluyó, no sin sorna, que "somos tan buenos y simpáticos, que nos quieren hasta los que han tenido problemas con nosotros". Permítame que lo dude, señor Vasile. Permítame.

La Pantoja, a 'Más que baile'


El otro día, a una hora indeterminada de la mañana, empezaron a brotar tuits como hongos en los que se aseguraba que a Paolo Vasile se le había puesto entre ceja y ceja que quería que Jennifer López fuese parte del jurado de The Voice, el nuevo talent show que prepara Cuatro y en el que Mediaset tiene puestas todas sus esperanzas tras el batacazo de OT 2011. El problema es que a Globomedia no les salen las cuentas, ya que la artista cuyas posaderas han sido altamente manoseadas por un exconcursante de Supervivientes cobra la friolera de 3 millones de dólares por gala. Y como que no.

¿Por qué habrá tenido esta idea tan peregrina Paolo Vasile? ¿Habrá cogido por error el botecito de pastillas de Víctor Sandoval? Yo tengo una teoría, y es que ha habido un suceso que ha envalentonado a Vasile para creerse que puede tener a quien quiera en sus programas, por muy imposible o inalcanzable que parezca… y es que Isabel Pantoja participará en Más que baile. Como concursante. Exacto. Bailando.

'Pekín express': Los pijos, a freír espárragos


Lo habéis adivinado: estoy hablando de Pekín Express. Más concretamente, de ese par de sujetos barceloneses (vaya por Dios) que responden al nombre de Ezequiel y Mónica y que en tan solo tres semanas han conseguido ganarse la antipatía más furibunda por parte de todos los que somos fanes y fanas de Pekín Express.

De hecho, ya llegaron últimos con premeditación y alevosía (con nocturnidad no, porque llegaron de día). La tal Mónica, a quien desde ahora podemos llamar ‘la pesada de los cojones a quien nada le parecía bien y que en lugar de a Pekín Express se creía que participaba en la Deluxe Express’, llevaba ya varias jornadas quejándose de cualquier cosa (a mal follador, hasta los pelos le estorban), pero la gota que colmó el vaso fue un bicho que le picó en el párpado y que le puso el ojo como una cebolleta de hinchado.

Y aquí sus ademanes de pija dijeron ‘no puedo más, osea’. Se ve que en un anterior viaje “a un país subdesarrollado” (dijo ella misma) se le infectó nosequé del ojo y estuvo a punto de quedarse ciega. Y claro, como Kenia es tan poco cool que no tienen ni asfalto, ni parkímetros o ni siquiera un mal Starbucks en el que tomarse un frapuccino, pues claro, a nuestra equina amiga le recordó ese mal momento y como que se vino abajo.

Ella se lo tomó en modo pataleta, en plan ‘pues no participo en nada, hala’ y su novio, que tiene cara de tener la misma personalidad que un mejillón, la siguió sin decir ni pío. Tan imbécil esquiva se mostró que ni siquiera participó en uno de los juegos de la etapa, uno el que intervenía una bomba que debían pasarse de pareja en pareja si no querían que les retrasase su avance cinco minutos, desquiciando así a Chinto (el que parece el eslabón perdido entre un hombre y Sloth) hasta el punto de pegarle un patadón a la bomba y partirla en dos.

Y es que Mónica, o sea, estaba derrotada. Súper derrotada, añadiría yo. Ella, que había escogido su ropa más safari-casual para viajar por África; ella, que con sus gafas RayBan de aviador y su bandana en la cabeza se sentía como Madonna cuando va a Malawi a comprar niños; ella, que ya se veía a sí misma transportada en volandas y bajo palio por un ejército de negritos sumisos y sonrientes encantados de pasear a la hermosa mujer blanca… pues no, la cruda realidad le hizo tener que pasarlas putas para sobrevivir y tener algo que echarse a la boca.

Por este motivo (tan de peso para el universo paralelo de la gente pija a quienes las eses les patinan), nuestra rubia amiga dijo “me quiero volver a mi casa con mis bolsos y mis zapatos”, para días más tarde añadir la frase que podrían grabar en su tumba a modo de epitafio: “No necesito sufrir para ver el Kilimanjaro, saco la Visa y ya está”. Vale, os doy un par de segundos para que odiéis a Mónica en silencio (…). ¿Ya? Bien.

La pareja de los cojones llegó deliberadamente última a Nairobi, y en el ranking Jesús Vázquez les comunicó que, efectivamente, habían sido la pareja más lenta de la etapa y que debían volverse a España. Sin embargo, yo albergaba una esperanza: que les saliese la tarjeta verde (esa tarjeta verde que en esta edición todavía no ha salido) y que tuviesen que continuar la carrera con un handicap, a poder ser bien irritante.

Sin embargo los astros no fueron favorables y la pareja se volvió a Barcelona. Tranquilos, que si les veo les gritaré cuatro frescas a la cara de vuestra parte. De nada.
 
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