A otra cosa

Queridos amiguitos, hoy he decidido una cosa: y es que el post de hoy no tratará sobre tele, tratará sobre mí -oh, atrevimiento-. Y no porque tenga una obsesión malsana por hablar de mi vida y milagros como una Rosa Benito cualquiera, no... mañana empiezo una nueva aventura profesional y quería compartirlo con vosotros, que sabéis que os idolatro.

Y como sé que vosotros también me tenéis algo de aprecio (algo, tampoco nos emocionemos), he decidido que merecéis saber que ya no trabajo en OT (oes de pena globales, por favor). Porque sí, hasta hace poco más de una semana yo seguía en OT, al frente de la web KedinLive.com, donde los finalistas se supone que pelean por una carrera discográfica y bla bla bla.

Pues que Indhira se nos ha desnudao, oye

Esta semana estoy de vacaciones. Sí. Como lo leéis. Y no de vacaciones de esas de 'uy qué bien que tengo un mes y luego vuelvo a lo mío, a OT, a seguir dándolo todo con los chavales', o de esas de 'casi mejor que te echamos porque nos sales muy caro y/o no tenemos ganas de verte más la cara', no. Estoy de vacaciones porque la semana que viene empiezo a currar en otro sitio.

Y agarraos los machos: no tiene nada-nada que ver con la tele. Es de lo mío, pero en otro ámbito. Y en estas que estaba yo yendo a por ternera al mercado (cuando me pongo puedo ser extremadamente señora) cuando una portada expuesta en el kiosko me ha mirado con ojos de lascivia y humedad. ¿Era la Men's Health? No, el Interviú. ¿Y quién estaba en su portada, más zalamera que nunca? Indhira. Vale, no os descubro la sopa de ajo, pero entended que a mí me ha turbado (la foto, después del salto).

No diga ‘El reencuentro’, diga GH VIP 3

Los catalanes tenemos un gag televisivo muy curioso que nos hace mucha gracia a pesar de lo absurdo de su ejecución, y que consiste en lo siguiente: el imitador de un político de ERC que siempre está enfadado sube al estrado del Congreso, dice cualquier perogrullada y acaba diciendo Perdoneu, però algú ho havia de dir (Perdonad, pero alguien tenía que decirlo).

Pues en este caso es lo mismo: este Reencuentro no es sino una especie de GH VIP 3 descafeinado con –atención- el peor casting ever. Perdoneu, però algú ho havia de dir.

Esta noche arranca 'El Reencuentro'

Y como voy pilladísimo de tiempo por cosas que os contaré mañana, os dejo con los tuits de Miguel Frigenti (compañero al fin y al cabo) al respecto:

El glamour se va a la isla

Caritines y caritinas, estos están siendo unos días muy grandes para todos los famosos de cuarta, pseudocelebrities, ex estrellas de realities y demás mamarrachas con ínfulas que hay en el panorama corazonil actual porque –ah, chatos- no paran de sonar nombres y más nombres tanto para El Reencuentro como para Supervivientes.

Si yo fuese ex concursante de Gran Hermano o famosa venida a menos (léase Silvia Fominaya), estaría dando palmas con las orejas ante la perspectiva de que me metan en uno de estos programas, por varios motivos. A saber:

Dos millones, dos

Llevo como diez minutos intentando buscarle un título así como con mucho punch para este post de hoy y, oye, la verdad es que el amasijo de neuronas que me quedan vivas después de tantos años de ver Gran Hermano no me da para tanto.

Amigos y amigas, seguidores y seguidoras, stalkers y fans, Belén Esteban negocia renovar su contrato por cuatro años más (vamos, como si de una reelección electoral se tratase) con La Fábrica de la Tele y, encima, con aumento de sueldo que podría llevarla a cobrar dos millones de euros anuales; euro tras euro.

Cuatro tetas por el precio de dos

No, no me he vuelto loco, ni pervertido, ni siquiera cirujano plástico (aunque mejor le iría a mi cartilla si así lo fuese): el título de este post obedece única y exclusivamente a la portada de esta semana de la revista Interviú donde, a falta una celebrity de verdad, ponen a dos chicas de reality.

Vale, ver chicas de reality enseñando carne en la portada del Interviú es uno de mis hobbys favoritos los lunes de la mañana, pero no me negaréis que el hecho de que quienes protagonicen la portada sean Marta de Princesas de barrio y Yaela de Fama Revolution le quita un poco de glamour al asunto (Foto después del salto, claro).

Gente en decadencia que pagaría por ver en 'El Reencuentro'

Dentro de unos pocos días (cuatro, para ser más exactos) se estrenará en Telecinco la madre de todos los realities: El reencuentro, diez años después. Planteado como una especie de homenaje a los centenares de sujetos anónimos que nos han encandilado desde 2001 pero que, en la práctica, es una chapuza pensada a la carrera tras el -¡ay!- acelerado cierre de OT, este experimento puede ser lo más grande que veamos, televisivamente hablando, este año.

Gran Hermano, Operación Triunfo, La casa de tu vida, Las joyas de la corona, Hotel Glam, GH VIP, Supervivientes o Mujeres y hombres y viceversa son los realities de los que, al menos a priori, saldrán las parejas de concursantes (porque sí, irán de dos en dos como en GH: El reencuentro) que metan en este experimento. Y entre esos pobres diablos, servidor tiene varios candidatos que pagaría por ver ahí dentro.

Esperpentos eurovisivos

Quería dedicar el post de hoy (sí, de hoy, porque pretendo hacer uno así grandote cada día, fíjate tú qué odisea, Mari) a una de las aficiones que alegran mi primera mitad del año: ¿la cría del aguacate? ¡No! Eurovisión.

A pesar de que no llego a niveles de eurofanismo capaces de deciros de memoria el nombre de la canción neerlandesa de 1984, sabéis los que me leéis desde hace años que soy moderadamente fan de lo que viene siendo Eurovisión y que los meses previos al festival son los que más me divierten.

Hoy acaba GH12, ¿quién debe ganar?

Como bien sabéis los que a pesar de todo me seguís, esta edición de Gran Hermano ha levantado en mí el mismo interés que una tertulia de Intereconomía. Quizá por eso siento una especie de nostalgia, de vacío interior o de conato de arrepentimiento en estos momentos, a pocas horas de que acabe GH12.

Debo admitir que cogí la edición con ganas, aunque se me fueron bastante rápido. Concretamente, cuando vi que el elenco de concursantes se parecía más a una especie de Mujeres y hombres y viceversa redux que a lo que viene siendo Gran Hermano: ochocientas rubias de inflados senos, otros tantos chulazos de prietos glúteos y tersos pectorales –en mis pesadillas aún aparece el ‘chap’ nauseabundo con el que Óscar ilustraba su falta de grasa corporal- y tres o cuatro frikis para cubrir el cupo (la seminarista marijose, el sordo, la coja ex obesa y la loca del coño).