GH Catorce: ¿Quién será el ganador?

Sin darnos casi ni cuenta, GH Catorce ya está a punto de terminar. Anoche vivimos una gala de esas de tener de fondo y prestarle atención de vez en cuando (tenía menos ritmo que un Greatest Hits de Enya), pero que nos dejó a los cuatro finalistas de esta edición: Raky, Susana, Igor y Desi vivirán lo más emocionante de Gran Hermano, su gala final. Entre estos nombres se encuentra el del ganador y, aprovechado que tres de ellos son de los que entraron en la casa el primer día, he decidido recuperar los comentarios que de ellos hice en el post que publiqué tras la gala 0. En él vaticinaba el recorrido de los concursantes en GH Catorce, y vamos a ver cuánta razón tenía. A Desi, por cierto, le dedicaré el último párrafo ya que, como sabéis, no entró junto a la primera remesa de concursantes.

Raky

[Así la veía el 12 de febrero] La de Manresa tiene pinta de convertirse en la mala oficial de esta edición. Se la ve posesiva, con mala leche, celosa hasta de sus propios amigos (!) y encima puede estrangularte con los pies. Preveo que será el bicho de esta edición y, si la audiencia es sabia, la dejará en la casa más tiempo que a Nagore. Y puede que hasta supere su récord absoluto de porcentaje de expulsión.

Evidentemente, me equivoqué. Raky no ha destacado por mala, ni por celosa, ni por mala leche. De hecho, no ha destacado por nada, con lo que a día de hoy yo todavía no me explico cómo es que tiene esa ingente masa de fans que la han llevado a la final. Su amistad con Giuls y su tonteo errático con la estantería Billy Juan Carlos no son suficientes como para considerarla una gran concursante, así que no merece ganar. De hecho, creo que no merece estar ni entre los cuatro finalistas, pero ese ya es otro tema.

Susana

[Así la veía el 12 de febrero] La murciana tiene toda la pinta de convertise en un mueble más de la casa casi sin que nos demos cuenta (en plan Melanie de GH11, ¿recordáis? No, yo tampoco) a pesar de que diga que es muy auténtica y que va siempre de cara y bla bla bla. Saldrá de las primeras, por aburrida.

De Susana no podría haberme equivocado más. Sí, la chica es poco carismática, pero ha habido tres cosas que han hecho que a día de hoy esté donde está: la primera es su no-affaire con Danny y su subsiguiente guerra fría con Eva de la que, además de salir herida, salió muy reforzada. Ya se sabe, sufrir como una perra en Gran Hermano te hace ganar enteros (Indhira, Noemí, Sabrina, etc.). La segunda ha sido su amistad con Argi, la que para muchos sigue siendo la ganadora virtual de este GH de no ser por su muy injusta expulsión disciplinaria. Y la tercera, su relación con Gonzalo. Aunque podría haber perjudicado su paso por GH (como les ha pasado a Sonia o a Kristian), Susana ha salido reforzada y puede convertirse en ganadora de esta edición.

¿Puntos a favor? Ha vivido el concurso desde el minuto cero y no ha sido ningún mueble: se ha dejado llevar, ha sentido, ha llorado, ha reído... sin embargo, hay algo en Susana que no me acaba de cuadrar. No la veo tan transparente como Argi y tampoco tan entregada y abandonada a la vida (por decirlo de alguna manera) como Miriam. ¿Es mi favorita para ganar? No, pero probablemente gane.

Igor

[Así le veía el 12 de febrero] Segundo vasco del plantel. Juega a hockey en Francia, vive en Biarritz, está separado, tiene un hijo y tiene todos los números de ser uno de los galanes de GH Catorce. Sin embargo, preveo que se enamorará de una que le mandará a freír espárragos y que paseará su desamor con letanía por la casa. Aún así, será buen compañero, cordial y amigo de todos. Le veo ganador.

Aunque me equivoqué en el tema del amor, sí que acerté al verle como ganador. Igor se convierte, tras Pilarita, Yago y María, en el segundo cuarto repescado de la historia de Gran Hermano en llegar a la final. Y en este caso, a diferencia del de la madre de Saray los anteriores, tiene posibilidades reales de ganar. Si algo no se le puede echar en cara a Igor es haber pasado por la casa sin hacer ruido: empezó silencioso, agazapado entre la turba y observando a sus contrincantes. Se abandonó al cancaneo con Miriam y, aunque le costó la expulsión, la audiencia le perdonó devolviéndole a casa. En su segunda oportunidad, el hombre de las erecciones de hierro, volvió a la casa con la escopeta (la dialéctica, no la otra) cargada contra media casa, con la tranquilidad de haber solucionado lo suyo con Ainara y con una estrategia planeada al milímetro que le ha llevado a superar nominación tras nominación hasta plantarse en la final.

En conclusión, que su fulgurante recorrido en Gran Hermano Catorce hace que él, y sólo él, sea el verdadero merecedor del maletín de 300.000 euros.

Desi
Voy a seros sincero: cuando entró, lo primero que pensé es que GH la había metido en la casa para reírse de ella. Es la enésima concursante transexual en entrar en la casa, pero la primera en llegar a la final. Y no sé a vosotros, pero a mí me ha terminado cautivando. A pesar de ser una vaga redomada y tener esos aires de diva de pedanía jerezana, no se le ve maldad ninguna. La entrada tardía de Álvaro le ha venido fenomenal porque han montado una especie de Dúo Sacapuntas que ha sido el salvador de muchas galas de GH Catorce (¿qué vídeos hubieran puesto si no? ¿A Kristian y Sonia dándose besitos de caracol?) y ahora debe enfrentarse a los últimos días de concurso sola.

Desi no ganará y, siendo sinceros, no debería. A pesar de ser muy graciosa y despertar cariño, Igor dijo algo un día en el confe que me hace pensar que tiene más razón que un santo: “la mayoría de gente a la que le gusta Desi no soportaría convivir con ella”. Y Gran Hermano, oh casualidad, es un concurso de convivencia. Aunque los 300.000 euros le irían de fábula para su proceso de reasignación de género, me da en la nariz que el maletín no tendrá su nombre escrito.

¿Quién creéis que debe ganar?