Ah, la crisis. Cómo putea y golpea duro, la crisis. Hay que ver de qué manera nos asfixia y agota, la crisis. Altos y bajos, jóvenes y viejos, guapos y feos, listos y zoquetes, famosos y anónimos. Ya cuando empezó la crisis
Tita Cervera, la súper baronesa amiga de los árboles, anunció el año pasado que no tenía liquidez. Lo mismo hizo Cayetano de Alba en un polémico Salvados con el magistral Jordi Évole. Rossy de Palma y Loles León están más peladas que el cráneo de Antonio Lobato, a Saritísima le ahogan las deudas inmobiliarias, Joaquín Cortés no puede pagar las facturas, Jesulín ya no puede mantener Ambiciones... hasta Candela Peña, con un Goya recién ganado, pidió trabajo desde el atril de los premiados el pasado domingo.
¿Y no es esto un drama, amigos? La última en verse sacudida por este hostión sin contemplaciones que es la crisis no ha sido otra que la ganadora de Hotel Glam y El Reencuentro, ex componente de las Sex Bomb y ex candidata a la alcaldía de Marbella por el YIL. Sí, amigos, estoy hablando de Yola Berrocal, quien está sufriendo en sus carnes (en sus plásticos también) los rigores de la austeridad y el desempleo.
Yola que, no nos engañemos, tampoco es que haya tenido nunca una carrera muy sólida en lo que viene siendo el choubisnes patrio, ve ahora como ya no hay reality al que agarrarse, miserias que vender, negocios que abrir o lipoesculturas que promocionar. Yola, harta del desempleo y las penurias económicas, ha decidido que va a relanzar (si es que alguna vez llegó a despegar) su carrera como actriz, cantante y, en definitiva, artista de varietés. Y qué mejor sitio que hacerlo que en Miami, claro, esa especie de paraíso terrenal para los
Decidida a cruzar el charco junto a su novio, Yola acudió al Deluxe (supongo que para hacerse con unas perras extra de cara a comprar el billete de avión) a ponerse a sí misma de ejemplo de lo duro que es sobrevivir en este país y, ya de paso, hacer algo de
Científicos, investigadores, intelectuales, profesionales de alta cualificación, estudiantes brillantes, doctorandos con méritos... y Yola. Ella, cuya mayor contribución a la ciencia ha sido hincharse las tetas hasta ver cuánto aguanta la dilatación la piel humana, es una víctima más de los recortes en I+D y de la falta de subvenciones a la investigación; motivo por el que tiene que emigrar. El cerebro de Yola, con todo lo que ello conlleva, nos abandona para desarrollarse y florecer en Miami. ¡¿Es que Rajoy no va a hacer nada para parar esto?!
“Somos un claro ejemplo de la fuga de cerebros que está viviendo España en estos momentos”, soltó la tía sin despeinarse, lo que levantó críticas y ataques hacia su persona, especialmente en ese linchadero de famosos que es Twitter. La diva del colágeno salió al paso de tales tuits encendiéndose aún más y justificando sus palabras:
Cualquier persona q utilice su cerebro para trabajar honradamente y se tenga q marchar al extranjero para mí eso es UNA FUGA DE CEREBRO — Yola Berrocal (@YolaBerrocal) 19 de febrero de 2013
Un drama todo. Imaginaos el percal: estáis afligidos por tener que dejar vuestro país natal, en el que no se entiende vuestro arte, y van y te fríen a mongoreplies en Twitter. No puede ser, no señor. Desde esta humilde tribuna me solidarizo con Yola y sus circunstancias al grito de “¡Todos somos Yola!”. Ánimo, Yola. Cuando en dos meses volvamos a verte en el Deluxe vendiendo cualquier majarada, volveremos a valorar tu arte y tu teléfono volverá a sonar con ofertas de... bueno, de lo que sea que hagas para comer caliente.
Recordad: a todos nos podría pasar. Todos somos Yola.
0 comentarios:
Publicar un comentario