El regreso de Buenafuente

Menuda semana más movidita que estamos teniendo, amiguitos y amiguitas. El nuevo programa de Andreu Buenafuente (y digo nuevo por decir algo, porque tiene de nuevo lo que Pipi Estrada de recatado) ha ido a estrenarse en una semana en la que España está de patas arriba con su ya sempiterna crisis, con el anuncio de la expropiación de YPF por parte de la presidenta argentina y con el torbellino de dramas y calamidades de los Borbones. ¿Por qué digo esto? Porque temas, al hombre, no le van a faltar.

Buenas noches y Buenafuente empezaba de manera prometedora: con una intro cinematográfica simulando el desembarco de Normandía por parte del equipo del programa, pero con la salvedad de que lo que hacían era desembarcar en la playa del prime-time. Allí vimos que estaban todos, los de siempre: Berto, Corbacho, Silvia Abril, Fermí Fernández… Pero durante la secuencia vimos cameos tan hilarantes como el de Georgie Dann friendo chorizos parrilleros —todos juntos: “looos choriiizos parrilleros”— o el de Arguiñano, que minutos después estaría en el programa.

Lo que vino después de tan prometedor arranque fue lo de siempre: una cabecera con voz en off anunciando a los invitados, un monólogo de Andreu, entrevistas, sketches varios, bromas con Joan Eloi y la actuación de un grupo musical —que en este caso fueron los enormes Amaral—.

Pero, ojo, que sea lo de siempre no significa que sea malo o peor. El formato Buenafuente sigue dando señales de buena salud, no como la cadera del Rey, y prueba de ello es el 14% que logró en la ardua tarea de enfrentarse a Aída o a La Película de la Semana. Empezó con un monólogo en el que repartió hostias a base de bien, pero especialmente hacia la familia Real —algo que en casa nos dejó un poco ojipláticos, especialmente cuando vimos a uno imitando a Froilán y dándole una cierta pátina de bobaliconería borbónica—.

Lo malo es que, tras tan apoteósico inicio, la cosa comenzó a desinflarse: la entrevista que les hizo a Arguiñano, Arzak y Ferran Adrià fue bastante divertida (de hecho lo fue gracias a la especie de gag del Dúo Sacapuntas en el que se convirtieron los diálogos entre los tres cocineros, especialmente fortalecidos por el carácter ‘abuelo cebolleta’ de Juan Mari Arzak), pero luego vinieron cosas como Corbacho haciendo de pulpo Paul o Berto imitando a Lady Gaga (!) que, de gracia, tenían más bien poca.

Sin embargo, no fue un mal arranque. Un 14% es un resultado bastante correcto, si bien en mi porra mental yo le daba un 17%. Pero es el primer programa, y creo que a Buenafuente hay que darle tiempo. El hombre ya ha conseguido tener su programa en prime-time a lo Jay Leno y la semana que viene tendrá como invitados estrella a Alaska y Mario Vaquerizo (lógico, él es el dueño de la productora que graba el reality de la MTV) y la actuación musical de Lana del Rey. Y esto mola.

Mola especialmente ahora que la ausencia de la Lore en Aída empieza a hacerse demasiado notoria. ¿Visteis Buenas noches y Buenafuente? ¿Os gustó?