Pekín Express es un poco como Gran Hermano: me paso meses y
meses esperando que empiece, tarareando su sintonía mentalmente, contando los días…
hasta que por fin oigo ese “¡Arranca Pekín Express!” o ese “Conectamos con la
casa” que me pone la carne de gallina y me hace pensar que tengo por delante
varios meses de diversión tremenda. Porque sí, chatos y chatas, yo me lo paso
pipa con Pekín Express.
Y este año tiene pinta de que también va a ser así, a pesar
de Jesús Vázquez. Que sus fans me perdonen, pero este hombre no les llega ni a
la suela de los zapatos a las anteriores directoras de carrera: parece que viva
presentando el ¡Allá tú! y, encima, las
caras que pone mientras mira al horizonte y espera a ver si llega la primera
pareja al libro rojo son más sonrojantes que ese A dos milímetros escasos de tu
boca que se atrevió a perpetrar allá por los confusos ochentas.
Pero hablemos del casting, que a Jesús ya habrá tiempo de
ponerle a parir. Este año parece que se lo han currado bien en el momento de
elegir las parejas, porque cada una tiene lo suyo. ¿Lo malo? Que dos de las que
más gracia nos hacían a priori ya se han vuelto a casa: los novios cincuentones
y la madre y la hija, que estaban predestinadas a ser las nuevas Meritxell y
Alazne.
Los cincuentones fueron eliminados fulminantemente tras una
primera minicarrera de sesenta kilómetros que ganaron David y Cuqui (sí, ella
se llama Cuqui, como si fuese un perrete) y la madre y la hija, tras llegar últimas
a la primera meta de esta aventura en África, y todo porque a la niña le dio un
Terelu. Todo empezó con la niña acojonada por un señor de Kenia que la miraba
fijamente y acabó con ella sentada en el suelo respirando dentro de una bolsa
de basura mientras la madre pegaba gritos y los transeúntes contemplaban el cómico
show, dudando entre consolarlas o echarles unas monedicas a ver si encima bailan.
El melodrama de la cría (al que la madre contribuía diciendo
una vez tras otra “Pekín Express es mi sueño pero tú eres mi vida, si llegamos últimas
no pasa nada”) las hizo llegar últimas a la meta, casi empatadas con otra de
las parejas más fabulosas de esta edición: Santiago y Javi, padre e hijo
distanciados que ya se han pegado cuatro gritos (de hecho el padre parece que
esté distanciado de la realidad en general, porque no sé si no se entera de
nada o qué) y que prometen dar bastante juego.
Otras de las parejas que me flipa desde ya son los cuñados
valencianos (integrada por el que bien podría ser el hijo de Sloth, el de Los
Goonies) y los desconocidos, en la que la organización ha decidido juntar a un
cani de polígono (Jota) con un gaditano de generosa pluma (Freire) del que ya
se rumorea que haya podido ser el que se lió con el estilista de Jesús Vázquez
en pleno frenesí africano.
También tenemos a dos hermanas sevillanas, que son así como muy
recién salidas de la Feria, a dos universitarias rubias, bobas y murcianas, a
una pareja de universitarios en paro que son un pelín sosos, a dos ejecutivos
de Barcelona que también son un poco de patada en la boca y a dos hermanos
gallegos y los mencionados David y Cuqui.
La verdad es que esta edición pinta bastante bien. Además,
el recorrido que van a hacer es la caña (ya me gustaría a mí hacerlo) y tiene
pinta de que va a haber más broncas que en Gran Hermano 11. Y ya sabéis que a mí
las broncas en realities me encantan.
3 comentarios:
joder, cuanto spoiler, no? lo miro y luego vengo a leerte, chatín
coincido contigo en toooodo, sobre todo en lo de la patada en la boca a losde bcn, jajaja, insufribles, la niña la lio, si yo hubiese sido uno de los keniatas me hubiese puesto a cantar, "teatro, lo tuyo es puro teatro", al mas puro estilo mari angeles(madre de aida nizar)(momentazo este junto a barbara rey todo sea dicho)
Para mi, la mejor presentadora fue Paula Vázquez. Aún así, prefiero mil veces más a Jesús Vázquez q a la seta de la Silva, transmite cero. Me recuerda a Emma García (también insoportable). Q vuelva Paula!!!
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