Readaptando ‘La Noria’

Qué cosas tan curiosas pasan en Mediaset. Yo es que siempre tengo la sensación de que llevan media vida intentando aparentar que son una empresa seria, que toma decisiones meditadas tras valorar todas sus consecuencias y al final resulta que no pueden evitar quedar ante el respetable como un gallinero o, si lo preferís, como una casa de putas.

Voy a explicarme, que hoy tengo el día locuaz. Cuando estalló ese montón de mierda llamado ‘entrevista a la madre del Cuco en La Noria’ en los santos morros de Paolo Vasile, la maquinaria telecinquera se puso en marcha: que si autopromos de apoyo a los anunciantes y a la cadena, declaraciones confusas y difusas al respecto de la fuga de anunciantes, negaciones rotundas de que la cadena fuese a cancelar el programa… Pero a la vista está que La Noria, tal y como nos tenía acostumbrados, era insostenible: las pérdidas monetarias se contaban por centenas de miles de euros semanales y eso, pues como que no.

Tras varias semanas en stand by en las que hemos sido testigos de Norias maratonianas con bloques de publicidad llenos de autopromos porque ni Pollerías Manoli quería anunciarse ahí, Telecinco parece haber tomado una decisión: no van a cancelar La Noria, dicen que la van a relegar al late night y en prime time estrenarán un nuevo programa para cubrir el hueco dejado por La Noria.

La idea es que, en esa franja, Telecinco emitirá un programa nuevo llamado El gran debate. Con un aire a Moros y cristianos, enfrentará a periodistas y políticos de distinto pelaje alrededor de varios temas de actualidad nacional, principalmente política y económica. Tras este programa, y ya en late night, llegaría La Noria tal y como la conocemos: con nostalgia y corazón.

Hasta aquí todo muy bien, ¿no? Pues no, porque ahora es cuando viene el truco: ¿y si os digo que El gran debate lo presentará también Jordi González? ¿Y si os digo que en la nueva Noria no habrá mesa política? Exacto: Telecinco, haciendo gala de su alta propensión a la chapuza, lo que en realidad va a hacer va a ser separar la mesa política de La Noria, que tan buenos resultados da, de su programa original y darle un protagonismo propio, como intentando que los anunciantes se lo crean. Probablemente el programa lo llevarían los mismos que llevan La Noria (de eso me alegro, significará que no se va nadie al paro) pero básicamente serán dos perros con el mismo collar.

¿Conseguirá nuestro amiguito Paolo hacerles la vaina a los anunciantes y recuperar todo lo perdido con la entrevista a la madre del Cuco? Yo la verdad es que creo que sí, y os diré por qué: a las marcas les ha dio fenomenal este baño de integridad y honradez que se han dado retirándose de La Noria, pero les interesa anunciarse, especialmente ahora que todos compramos los que nos pongan enfrente del hocico. Así que todos van a salir ganando: en Telecinco recuperarán anunciantes y los anunciantes recuperarán la difusión. Sí, estarán todos engañados pero, oye, ¿qué sería de la vida sin esas mentirijillas tontas? «Claro que no, cariño, que el tamaño no importa»… Pues eso.