La vuelta de Adrià Collado a 'La que se avecina'

Foto: Vertele

Pocas cosas en esta densa y pegajosa semana navideña me alegran más que noticias sobre una de mis series favoritas. Y es que después de haber estado dos días agonizando por culpa de unas putas ostras que me dio por comer y que me han tenido casi abrazado a la taza del váter hoy, ya recompuesto, he dado palmas imaginarias al ver que teníamos (más) noticias de la nueva temporada de La que se avecina.

Resulta que ya sabemos en qué contexto vuelve Adrià Collado a la serie; hagamos memoria. Sergio Arias, actor de culebrones, se fue de Mirador de Montepinar abrumado por la carga de tener que hacer frente a un hijo, el que tuvo con Maite en uno de sus fogosos encuentros sexuales… exacto, Ojos de Pollo. El caso es que ahora, al otrora doctor Ventura ha dejado de tocarle la varita mágica de la suerte profesional y ahora está más arruinado que Teresa Berengueras tras pagar el recibo del gas y, quizás a consecuencia de ello, decide volver a Mirador de Montepinar a responsabilizarse de Ojos de Pollo (que ya son ganas).

No debería extrañarnos este regreso de Adrià Collado, amiguitos, ya que, si hacemos memoria, veremos que ya se largó de Aquí no hay quien viva para volver más tarde. Así pues, el entonces Fernando y ahora Sergio se convierte en el personaje fijo más intermitente o, si lo preferís, al que más arrebatos de autenticidad le han dado (ahora soy demasiado chachi para hacer tele y me voy a dar al teatro, ahora soy pobre como una rata y no me llega ni pa polvorones y vuelvo a la tele, y así).

Nacho Guerreros, el actor que da vida a Coque, ya lo dijo en su Twitter cuando Fernando Tejero (Emilio en Aquí no hay quien viva) dejó la puerta abierta a La que se avecina condicionando su regreso al funcionamiento o no de la serie que está preparando con José Mota. Algo así como “las ratas son las primeras en abandonar el barco y las primeras en volver cuando huelen el queso” fue el refrán con el que retrató al responsable de que a principios de los dosmiles ninguno pudiésemos parar de decir Un poquito de por favor.

Yo, qué queréis que os diga, ni fu ni fa el regreso de Adrià Collado a La que se avecina. Así a priori siempre me pareció bastante anodino y prescindible (tanto en versión Fernando como en versión Sergio), con lo que su retorno a Mirador de Montepinar me provoca la misma emoción que un domingo sentado en una mediana de autopista viendo pasar coches.

Más me apetece otro regreso confirmado, el de Silvia Abril, que volverá a dar vida a Violeta, la hermana trastornada de Antonio Recio, que será acogida por su familia tras salir del psiquiátrico en el que estaba ingresa (con jocosas consecuencias, ya aventuro).

Estos días se está empezando a rodar la sexta temporada de la serie, en la que continúa Macarena Gómez a pesar de haberse ido a principios de la quinta casi de la manita de su madre en la ficción, Antonia San Juan. Y precisamente de ella no se sabe nada, ya es seguro que no estará en esta nueva temporada, para pena y drama de los que somos y nos confesamos públicamente como fans de Estela Reynolds.

Esto y el regreso de Gran Hermano me ayudan a sobrellevar el empacho turronístico de estos días.