No diga ‘El reencuentro’, diga GH VIP 3

Los catalanes tenemos un gag televisivo muy curioso que nos hace mucha gracia a pesar de lo absurdo de su ejecución, y que consiste en lo siguiente: el imitador de un político de ERC que siempre está enfadado sube al estrado del Congreso, dice cualquier perogrullada y acaba diciendo Perdoneu, però algú ho havia de dir (Perdonad, pero alguien tenía que decirlo).

Pues en este caso es lo mismo: este Reencuentro no es sino una especie de GH VIP 3 descafeinado con –atención- el peor casting ever. Perdoneu, però algú ho havia de dir.

Vayamos por partes: anoche no vi la gala porque caí en los brazos de Morfeo al poco de poner mis gráciles posaderas en mi no menos grácil sofá, así que hablaré bastante de oídas aunque aliñado con algún que otro vídeo que he encontrado por ahí (no, no es incompetencia, es crítica televisiva postmoderna y altamente 2.0).

Lo único que me pilló en estado de vigilia fue la entrada de Chari (he aquí el tuit que lo demuestra) con bien de oros, bien de tintes y bien de tetas, que se reencontró con Rubén. Evidentemente que esto se esperaba más que la llamada de tu madre para decirte que felicites a tu tía Eduvigis, que hoy es su cumpleaños.

Otra pareja cuyo reencuentro está bien pensado es el de Saray (la increíble mujer que entró delgada a GH y salió de allí usando como cinturón el neumático de un tractor) y Bobardo, ese gañán con las neuronas fritas de un narcisismo a todas luces inexplicable, que de adorarse y proclamar su amor a los cuatro vientos pasaron a decir pestes el uno del otro.

Sin embargo, encuentro incomprensible el reencuentro de Juanma y la Virgen: ¿podía notarse más que les falló tanto el exnovio de Mónica y el gusanito-novio del exobeso? Otros a los que les pasa lo mismo son Juan Miguel y Yola: ¿por qué no entró ella con Pocholo y él –o ello- con Yurena –que, por otro lado, es la más grande-?

Luego hay las dos típicas parejas de relleno: Chiqui Martí (necesitada de vida catódica desde que Crónicas echó el cierre y ya no hay programas en los que pueda mostrar cómo se encarama barra arriba-barra abajo con la fuerza de su turgente muslamen) y Misofi (also known as Sofía Cristo), y Lara (la choni-Winehouse de Las joyas de la corona) y Jorge (el gañán aquél que lo máximo que se había leído en su vida era el prospecto del Gelocatil).

Y luego, los WTF?: Marta López (ya van tres realities, sólo le falta Supervivientes y entrar en OT 2012 el año que viene) y Coyote Dax, que yo me imaginaba vendiendo choripanes en un carrito ambulante por una polvorienta calle cualquiera de Ciudad Juárez.

En serio, ¿no había nadie mejor?

¿Dónde están Iván Santos y Esther Aranda? ¿Dónde Bárbara Rey y Bienvenida Pérez? ¿Qué pasa con Iván Madrazo y Loli? ¿Y con Kiko Matamoros y Lara Rodríguez? ¿Por qué no están ni Efrén ni Soraya? Después de ver este cásting, a todas luces hecho deprisa y corriendo y más lleno de parches que la cara de Cher, sólo me queda añorar Hotel Glam y pensar en lo grande que habría sido una segunda edición con el Golosina, Paqui la de las coles, Nova, La Veneno o la prima mala de Karmele que no le devuelve los muebles que le regaló en su día.

Reencuentro, tú antes molabas.