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Mudanzas

Hay que ver lo que llegan a agotar las mudanzas, oye. Que si ponte a empaquetar, que si qué hago con toda esa ropa que ya nunca me pongo, que si a ver qué hacemos con la comida de la nevera para que no se estropee… vamos, un drama. Mudarse significa coger todo lo que uno tiene, meterlo en cajas de cartón de leche Pascual que has pedido al pakistaní del súper de abajo para ahorrarte cuatro perras, embalarlo y sellarlo y, cuando ya está todo listo, mirarlo desde un par de metros de distancia y decir Ahí va mi vida.

Desde que nací, allá por el verano de 2006, he tenido varias casas. La primera de todas, en la que nací, estaba en Terra. En aquella época Terra era un portal de internet (flípalo, la gente iba a los portales de internet a hacer cosas) y mis progenitores, el equipo de Portalmix, formaban parte de esa mole tecnológica. Cuando me parieron, Portalmix negoció con Terra que me pusieran un apartamentito mono en las afueras (con esto me refiero a la URL que tenía el blog, que era más larga que una gala de La Voz) que yo, el Lunny, bauticé como Castigados sin tele. Y allí empezó mi verborrea.

'¿Quién quiere casarse con mi hijo?': El análisis

Si este gobierno tuviese un poco de sentido común y ganas de hacer bien las cosas, promulgaría un estricto decreto-ley que obligase a Cuatro a emitir cada año una edición de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? alternada con una de Un príncipe para X (entiéndase X como cualquier persona lo suficientemente tróspida como para hacerle lo que le hicieron en verano a Corina). Y es que, amiguitos, el formato que con tanto acierto se han sacado de la manga los de Eyeworks-Cuatro Cabezas es la perfecta cura de todos los males. ¿Has tenido un día de mierda? ¿Tu jefe te ha tenido haciendo informes hasta que se ocultó el sol? ¿Tus profesores se han puesto de acuerdo para poner todos la misma fecha de entrega de los trabajos de sus respectivas asignaturas? ¿La mema del INEM te ha tratado con desprecio y el segurata te ha sacado de la oficina a rastras como a una negra cualquiera de Empeños a lo bestia? Pues tranquilo, que cada miércoles por la noche podrás descacharrarte a mandíbula batiente con QQCCMH. Y aunque esta sea la tercera edición, la cosa sigue teniendo miga y promete más que cualquiera de las dos anteriores. Analicemos a la fauna tróspida de esta temporada:

Dramas de periferia y humillaciones televisadas

Anoche, amiguitos, vi por primera vez Hay una cosa que te quiero decir. Y lo digo así, sin avergonzarme ni nada, consciente de lo que supone confesar tal experiencia. Antes de que os preocupéis por mi bienestar funcional, quiero aclararos que no he sufrido secuelas físicas, mi cerebro no se ha convertido en una croqueta y sigo pudiendo incluir dos ideas en la misma frase.

Tengo que reconocer que el programa de Jorge Javier (o, si lo preferís, Horgeavié, que dicen las señoras que se cardan el pelo y abanican dándose golpes en las tetas) me pilló por sorpresa en el sofá mientras intentaba superar el nivel 66 del Candy Crush -sí, mi vida es así de trepidante-. De repente alcé los ojos y vi ante mi una estampa desoladora: un señor con cara de cordero degollado escuchaba cómo la hija a la que no veía desde que tenía esta tres meses (convertida ahora en una choni de extrarradio que haría temblar a cualquier pretendienta de MYHYV) le decía que no quería saber nada de él y que ya le valía presentarse 21 años después cuando su abuelo vive puerta con puerta con el padre en cuestión.

Cosas que han pasado en la tele este verano y que sería mejor olvidar

Ahora que el verano ya se empieza a esfumar de nuestras vidas y dejamos atrás los mojitos en la playa, el levantarse a mediodía sin saber el día que es, las rondas de fiesta mayor en fiesta mayor por los pueblos de los alrededores o el piestureo, vuelve todo: vuelve Ana Rosa de sus cuatro meses y medio de vacaciones, vuelven los políticos a seguir tocándonos los cojones, vuelven los apuntes a vuestras mesas, vuelven las reuniones con los zopencos de contabilidad, vuelve la gorda al gimnasio, vuelve la palidez invernal a nuestros rostros y vuelve Teuvemix de sus merecidérrimas vacaciones. Y para dar la bienvenida a septiembre, el lunes de los meses, hagamos un repaso exprés a las mierdas que nos ha dejado el verano y que puede que hayan pasado desapercibidas gracias al asueto vacacional.